jueves, 3 de junio de 2010

TERCERA PARTE DE LA CONQUISTA DE COLOMBIA

Pedro Arias Dávila y el interés por una verdadera colonización
En 1513, la Corona nombró a Pedro Arias Dávi­la, más conocido como Pedrarias Dávila, gobernador de todo el territorio comprendido entre el Cabo de la Vela y Panamá. La sede de esta nueva jurisdicción sería Santa María La Antigua del Darién. La Corona dio gran importancia a esta nueva gobernación: la preparación del viaje duró casi un año y la Corona financió gran parte de los gastos de la expedición ya que estaba interesada en establecer en Suramérica una verdadera colo­nización que sirviera como base para explorar el resto del continente.

En 1514 partió de España la expedición, com­puesta por muchos barcos y cerca de dos mil personas entre las que se contaban, por primera vez, un grupo de mujeres blancas. Además, se nombró un obispo para Tierra Firme (Juan de Quevedo) y un historiador, Gonzalo Fernández de Oviedo, quien debía relatar los acontecimien­tos de la expedición. También se embarcaron algunos empleados reales, así como artesanos y agricultores. Los expedicionarios trajeron consi­go plantas y semillas propias de Europa al igual que ganado vacuno y cerdos para aclimatarlos en América.
Al llegar a Santa María, los españoles encon­traron una población compuesta por más de 150 bohíos donde habitaban unos 500 españoles y 1500 indígenas en calidad de sirvientes.

El gobierno de Pedrarias fue uno de los mayores desastres de la Conquista. Fueron fre­cuentes los conflictos internos que dividieron a los colonos. Hubo muchos abusos contra los indígenas, la mayoría de los cuales eran esclavi­zados y enviados a La Española para ser vendi­dos. Los indios se rebelaron y suspendieron el suministro de alimentos a los españoles. Las cosas se agravaron cuando el mal clima comenzó a afectar la salud de los colonos y a ocasionar un gran número de muertes.
Las cualidades de líder que tenía Vasco Núñez de Balboa provocaron la envidia de Pedro Arias, quien lo acusó de querer independizarse de la Corona. En 1519, Balboa fue juzgado y condena­do a muerte. Los colonos acusaron a Pedro Arias de haber asesinado a Balboa y de esclavizar a los indios, violando así las leyes de la corona caste­llana. En 1519, Arias Dávila decidió trasladar la población a la costa del Océano Pacífico en terri­torio panameño. Se fundó entonces la ciudad de Panamá (1519). 

Creación de la gobernación de Santa Marta 
Vimos como, a partir de 1500, la costa norte de Colombia estuvo sujeta al continuo desembarco de aventureros españoles, interesados única­mente en obtener oro y perlas y en capturar indios esclavos para venderlos en las Antillas. Sin embargo, los taironas, indígenas que habita­ban en esta región, se defendieron valerosamen­te y muchos murieron en combates contra los invasores.
Solo tres décadas después de la llegada de Colón a las Antillas la Corona comenzó a preocuparse por establecer una verdadera coloniza­ción en esta región, con el fin de impedir que continuara el saqueo. En 1524, Rodrigo de Bastidas, un comerciante sevillano que 22 años antes había recorrido la costa Atlántica de Co­lombia, consiguió un permiso de la Corona para establecer una nueva gobernación que debía contar con una población blanca estable. A cambio de poblar el territorio en nombre de la Corona castellana, los colonos recibían tierras y podían explotar las minas e intercambiar oro con los nativos, siempre y cuando entregaran una parte de lo obtenido a la Corona.
En 1525 Rodrigo de Bastidas fundó la ciudad de Santa Marta. En 1527 Bastidas se vio obligado a abandonar la población y viajar a Santo Domin­go, donde murió a causa de una grave herida. Rodrigo Alvarez Palomino quedó a cargo de la nueva población y la ciudad tuvo una prosperi­dad temporal, basada en el saqueo a las poblacio­nes indígenas. Pedro Vadillo fue nombrado gobernador de Santa Marta pero el saqueo y el abuso continuaron.
En 1528, el Consejo de Indias, alarmado por los abusos cometidos por los conquistadores, nombró un nuevo gobernador en Santa Marta. El nuevo gobernador, García de Lerma poco pudo hacer para controlar la ambición de los conquis­tadores. Los indígenas se negaron a proporcio­nar alimentos a los habitantes de Santa Marta quienes atacaban frecuentemente las poblacio­nes de los taironas para conseguir oro y ali­mentos.
García de Lerma murió en 1534 y su sucesor, Rodrigó Infante, encontró la ciudad en total decadencia debido a la escasez de alimentos y a la continua hostilidad de los indígenas. Infante abandonó la población sin esperar la llegada de su sucesor, Pedro Fernández de Lugo. 

Fundación de Cartagena de Indias 
En 1532, Pedro de Heredia, uno de los tenientes de las fuerzas de Vadillo, obtuvo de la Corona una licencia para explorar la zona de Calamary y someter a los indígenas. Al igual que Santa Marta, esta región había sido víctima de conti­nuos ataques y saqueos por parte de los españo­les. En 1533, Heredia fundó la ciudad de Cartagena de Indias, a pesar de la hostilidad de los indígenas. Heredia se preocupó por explorar la zona del Sinú donde encontró gran cantidad de tumbas indígenas, ricas en piezas de orfebrería. En 1540, obtuvo el título de gobernador.
Descubrimiento del territorio antioqueño por Francisco César.
En búsqueda del origen del oro acumulado por los indígenas del grupo sinú, Francisco César, uno de los soldados de Heredia, descubrió, en 1538, las montañas del territorio antioqueño. 

Primeros españoles en la costa colombiana del Pacífico 
Las expediciones que descubrieron la costa Pací­fica colombiana partieron desde la ciudad de
Panamá. El descubrimiento se llevó a cabo me­diante varias expediciones que tenían como finalidad llegar al Perú, donde se encontraba el rico y poderoso imperio de los incas. Según parece, el primer español que llegó a la costa del Pacífico en Colombia fue Pascual de Andagoya, en 1522. Poco después, en 1524, Francisco Pizarro y Diego de Almagro descubrieron otra parte de la Costa y la isla de Gorgona. El descubrimiento lo comple­tó, en 1526, Bartolomé Ruiz. 

Alemanes descubren el oriente colombiano 
En 1528, el rey de España, Carlos V, permitió a una compañía comercial alemana (la Casa Welser) la exploración del territorio de la costa norte de Venezuela. Este permiso fue concedido a los alemanes porque la Corona tenía deudas pen­dientes con dicha compañía. Ambrosio Alfinger quien estuvo a cargo de la expedición, fundó en 1529 la ciudad de Maracaibo y recibió el título de gobernador. 
Alfinger exploró los territorios del interior y llegó hasta la zona de los actuales departamen­tos de Cesar y Santander, donde murió a con­secuencia de un combate con los indios de Chinácota. En 1533, otro alemán, Jorge Spira, fue nombrado gobernador. Spira abandonó la gobernación y organizó una expedición hacia el sur, en búsqueda del famoso Dorado del que hablaban los indígenas. Fracasó en su intento y descubrió en 1535, los Llanos de Apure y de Casanare. 
Nicolás de Federmán, teniente de Spira, tenía la orden de seguirlo y, después de recorrer la Guajira, marchó hacia los Llanos. En 1539, llegó a territorio de los muiscas que ya estaba en poder de Gonzalo Jiménez de Quesada. 

Descubrimiento del sur del país 
Poco después del descubrimiento del Perú por parte de Francisco Pizarro, Sebastián de Belalcázar, quien formaba parte de las huestes de Pizarro, sometió a los indígenas de la región del Ecuador donde fundó, en 1534, la ciudad de Quito. Al norte de Quito se encontraban los indios pastos y quillacingas que rendían tributo al imperio inca. Belalcázar obtuvo informes sobre un pueblo indígena rico en piezas de orfe­brería y en 1534 envió un grupo de 55 hombres dirigidos por Pedro de Añasco a la región que habitaban los pastos. Seis meses después, un grupo de españoles dirigidos por Juan de Ampudia se sumó a la expedición de Añasco y juntos exploraron el territorio del actual departamento de Nariño, la región de Sibundoy y algunos hom­bres fueron enviados a la región del Patía. Con­tinuaron la marcha hacia el norte y recorrieron el territorio de los actuales departamentos de Cauca, Valle y parte del Quindío. 
En 1536, Belalcázar, a pesar de la oposición de las autoridades de Quito, se puso en marcha hacia el norte, al mando de un grupo de 200 espa­ñoles y muchos indios. El objetivo era unirse a las huestes de Ampudia y de Añasco en una villa que había sido fundada por los jefes de esta expe­dición. Belalcázar ordenó el traslado de esta villa a otro lugar, con el nombre de Santiago de Cali. A fines de 1536, Belalcázar marchó hacia el sur y fundó la ciudad de Popayán, la cual serviría de capital de la gobernación que Belalcázar quería solicitar a la Corona. Posteriormente, ordenó a Pedro de Añasco la fundación de Timaná y a Lorenzo de Aldana la fundación de la ciudad de Pasto, en la meseta que ocupaban los indios pastos y quillacingas (1539). 
Desde Popayán, Belalcázar organizó una nue­va expedición en búsqueda de El Dorado y descubrió el nacimiento de los ríos Magdalena y Cauca. Se dirigió entonces hacia el valle del Magdalena y cerca de la región de Neiva encontró huellas de la expedición de Jiménez de Quesada. Lo alcanzó Hernán Pérez de Quesada, quien había sido enviado por su hermano Gonzalo para averiguar la procedencia de la expedición. Belalcázar desvió su ruta hacia el territorio muisca en la cordillera Oriental y en 1539 se reunió con los hombres de Quesada y Federmán. 
Federmán, Quesada y Belalcázar viajaron jun­tos a Cartagena y de allí se dirigieron a España para solucionar el problema de los límites de las gobernaciones 

Primeras fundaciones en Antioquia, Caldas y Risaralda 
Como vimos anteriormente, Francisco César descubrió, en 1538, la región que actualmente ocupan los departamentos de Antioquia y Caldas. Pasada esta expedición, Juan Vadillo partió de Cartagena y recorrió nuevamente esta región llegando hasta el valle del río Cauca en 1538. En Cali, Lorenzo de Aldana le impidió poblar esta región y muchos de los hombres de Vadillo se unieron a las huestes de Belalcázar. 
Por orden de Aldana, Jorge Robledo fundó, en 1539, la ciudad de Cartago y Santa Ana de los Ca­balleros. En 1540, Robledo salió de Cartago y se dirigió hacia el norte acompañado de más de 100 hombres con los cuales llegó hasta la región habitada por los indios pozos, carrapas y pácoras. Allí se llevó a cabo una gran matanza de indíge­nas. Robledo regresó a Cartago y recorrió la re­gión de los quimbayas. 

Regreso de Belalcázar como gobernador de Popayán 
En 1540, Belalcázar regresó de España con el título de gobernador de la región de Popayán, la cual comprendía los territorios de Popayán, Cali, Pasto, Anserma, Cartago y Timaná. Robledo no aceptó la autoridad de Belalcázar y continuó la exploración de territorios en la región antioque- ña donde fundó, en 1541, a Santa Fe de Antio­quia. Robledo partió para España con la esperanza de conseguir el nombramiento de gobernador, pero fue apresado por Heredia quien alegaba que la jurisdicción de la gobernación de Cartagena también incluía la región antioqueña. En esta forma, estos territorios quedaron comprendidos en esa gobernación. 

Descubrimiento del centro del territorio colombiano 
Cuando el gobernador Fernández de Lugo llegó a Santa Marta en 1536, la gobernación se encon­traba en problemas dada la escasez de alimentos y la hostilidad de los indios. Ante esta emergencia, el gobernador ordenó al licenciado Gonzalo Jimé­nez de Quesada que emprendiera una expedición hacia el sur, en búsqueda del Perú y del naci­miento del Magdalena. Quesada siguió el curso del río y su expedición se convirtió en una verda­dera odisea. Contaba con unos 800 hombres, 70 caballos y 7 embarcaciones que esperaban reu­nirse en algún lugar de la marcha. Solo dos embarcaciones lograron llegar hasta Tamalameque y varios de los hombres que viajaban por tierra regresaron a Santa Marta.
Cerca de la serranía del Opón, Quesada encon­tró algunos bohíos abandonados, algunas mantas y sal diferente de la sal del mar. En búsqueda del origen de esta sal, Quesada cruzó el alto del Opón y encontró el territorio de los muiscas. La ferti­lidad de la tierra, el clima y la abundancia de mano de obra, animaron a Quesada a permane­cer en el territorio descubierto y colonizarlo. En 1538, Quesada fundó la ciudad de Santa Fe de Bogotá y en 1539 Gonzalo Suárez Rendón fundó la ciudad de Tunja. 
A comienzos del año 1539, se reunieron en la sabana de Bogotá, Belalcázar, Quesada y Nicolás de Federmán y después de muchas discusiones sobre los derechos que correspondían a cada uno de ellos, decidieron viajar a España para dejar que el Consejo de Indias decidiera sobre el asunto. 
La región descubierta por Quesada recibió el nombre de Nuevo Reino de Granada.
PRIMERAS POBLACIONES COLOMBIANAS FUNDADAS EN EL SIGLO XVI

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